Codificación en la memoria: ¿cómo almacenamos información?
- airamgilherrera
- 24 feb
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 jun
Cada experiencia que vivimos deja una huella en nuestro cerebro. Así se codifica la información y se almacena. A este proceso se le conoce como codificación de la información o codificación en la memoria, y es la clave para que podamos recordar y acceder a los datos en el futuro.
Sigue leyendo para conocer más sobre este proceso y descubrir consejos sencillos para mejorar tu capacidad de memoria

Índice
Introducción - Codificación en la memoria: ¿cómo almacenamos información?
Codificación visual
Codificación auditiva
Codificación semántica
Asociaciones visuales y auditivas
Repetición y práctica
Organización y categorización
Memoria consciente vs. memoria inconsciente
Impacto de experiencias de estrés y trauma
De memoria bloqueada a memoria integrada
Beneficios para el equilibrio emocional y físico
Cuando codificamos la información en la memoria convertimos los estímulos percibidos en "constructos" que el cerebro puede procesar, almacenar y evocar cuando sea necesario. Este proceso es esencial para el aprendizaje y la memoria, ya que determina cómo organizamos y recuperamos la información en nuestra vida diaria.
Existen diferentes tipos de codificación, dependiendo del tipo de información que procesemos:
Codificación visual: Relacionada con imágenes y formas.
Codificación auditiva: Basada en sonidos y palabras.
Codificación semántica: Se centra en el significado de la información.
Una vez codificada, la información puede almacenarse en la memoria reciente o antigua. La memoria reciente (a corto plazo) retiene datos durante un período breve y limitado, mientras que la memoria antigua (a largo plazo) almacena información de manera más permanente, permitiendo su recuperación incluso años después.
Asociaciones visuales y auditivas: Relacionar la información con imágenes o sonidos facilita su retención.
Repetición y práctica: Reforzar la información con el tiempo ayuda a consolidarla en la memoria a largo plazo.
Organización y categorización: Agrupar los datos en patrones comprensibles mejora la recuperación de la información.
Ser conscientes de cómo procesamos y almacenamos la información nos permite optimizar nuestra capacidad de aprendizaje y memoria.
El Método BLEC se relaciona directamente con la codificación de información en la memoria porque trabaja sobre el almacenamiento, procesamiento y liberación de emociones que han quedado atrapadas en el inconsciente.
Cada experiencia que vivimos se registra en nuestra memoria en distintos niveles:
Memoria consciente: Aquella que recordamos y podemos verbalizar.
Memoria inconsciente: Aquella que se graba sin que seamos plenamente conscientes de ella.
Cuando atravesamos situaciones de estrés, miedo, trauma o conflicto emocional, estas experiencias pueden quedar codificadas en nuestra memoria inconsciente de forma latente y a esto, le llamamos Engrama. Si no las gestionamos, el cuerpo puede expresar estos recuerdos a través de síntomas físicos o emocionales.
La decodificación del síntoma y el Método BLEC nos ayudan a entender que el cuerpo es un reflejo de nuestra historia emocional. Al acceder a la memoria inconsciente, podemos transformar (reprogramar) la información que nos genera malestar y recuperar nuestra salud y bienestar. De este tema hablaremos la semana que viene en el próximo post.
Si tienes alguna pregunta o si deseas agendar una cita para consulta puedes hacerlo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte.
Un abrazo,
Dra. Airam Gil
Comentarios